¿Traductor o títere de la TA?

Cada vez más, la Traducción Automática (TA) invade el ámbito del traductor humano, relegándolo a rango de simple revisor de traducciones.

Pero, ¿qué hace la TA?

Compara determinado texto con los millones de textos almacenados en su memoria, para encontrar frases similares y proponer una “equivalencia” formal, haciendo algunos “arreglos” dictados por mecanismos de autoaprendizaje.

Y ¿qué no hace?

No toma en cuenta la situación de enunciación, ni del texto de partida, ni del texto de llegada, ni las exigencias de la persona que encarga la traducción: se limita a barajar datos lingüísticos fuera de toda situación de comunicación, reproduciendo los datos, hábitos, normas, estereotipos y prejuicios que tiene almacenados en su gigantesca memoria. Al amputar los enunciados de la situación extralingüística que les confiere su significado específico y único, les atribuye falazmente un valor absoluto.

Ahora bien, ya en 1972 Vinay et Darbelnet afirmaban que “hay tantas traducciones posibles como situaciones.” Esto significa que un auténtico traductor debe ser ante todo un experto en comunicación, capaz de tender puentes entre seres humanos inmersos en situaciones distintas – lo que la máquina NO hace.

Nos proponemos demostrar que esta falta de comunicación obliga al destinatario a adaptarse al enunciado, en lugar de que el enunciado se adapte al destinatario, imponiéndole hábitos y normas culturales que le son ajenos.

“Nada en el mundo puede dispensar al traductor de tener conciencia. Ninguna máquina puede eximirlo de ser un hombre, y no un títere de la máquina y de los intereses que están detrás de ella.”

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Jean Alain Marie Hennequin Mercier nació en 1953 en Francia y ha vivido además en Italia, Alemania y México.

Estudió lingüística y literatura alemana en la Universidad de Besançon, Francia, donde obtuvo la Maestría en Letras Alemanas y la Licenciatura en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Francés como Lengua Extranjera.

Trabajó durante 40 años como profesor de francés en la BUAP, y como traductor especializado en arqueología mexicana en el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) de la Embajada de Francia en México.

Es autor de un libro sobre teoría de la traducción: En busca de la piedra traductorial, El Colegio de Puebla / Universidad Autónoma de Tlaxcala, 1999.

Asimismo, dirigió durante 10 años la revista Lenguas en contexto, de la Facultad de Lenguas de la BUAP.